
Los Miserables
22 Oct 2013, by referencia, Texto inContinuando con las lecturas, publicamos el Capítulo XII, del Libro Primero de la Primera Parte de Los Miserables (Les Misérables), de Victor Hugo.
En él, Mr. Bienvenu, artífice del giro que toma la vida del gran Jean Valjean, realiza una interesante reflexión sobre las aspiraciones al éxito personal como un “merodear alrededor” de las figuras que ya lo han conseguido. Estas triunfantes figuras, como dice en el texto, toman forma a partir de un consentimiento social, un “caer bien” dentro de los círculos en los que se mueven.
Cada día encontramos a nuestro alrededor muchos ejemplos de este tipo de confusiones, entre éxito y mérito, capacidad y suerte… ¡Disfrutad con la lectura!
TAGS: éxito, LosMiserables, reflexiones
Hombre… se pasa un poco con lo del éxito, ¿no? Por si tal, hace unas semanas Deb escribía sobre eso 😉
Lo que sí me parece interesante es lo de cómo muchas veces medimos por la Historia que, por defecto, no tiene en cuenta el vivir bien cada día, sino las catástrofes, grandes cambios y asuntos así. Este obispo mismo nunca aparecería si no hubiera tenido un papel en la historia de Jean Val Jan que es bastante dramón 😉
Así que es súper importante tener nuestros propios historiadores que den importancia a lo que nosotros valoramos. Y “desde dentro”, cada vez pienso más en que salirse fuera a evaluarte comparado con otros que también ves desde fuera es la peor idea.
Pero claro, es lo que hace un narrador de este tipo en literatura… De ahí que, para reflexionar sobre cómo y porqué desde dentro, prefiera las voces internas de “los sureños” o la superficialidad de la ciencia ficción aventuras y novela negra. Ahí cómo se sentirá la cosa, lo has de imaginar tú.
Ains, me alargué… gracias por la lectura, me ha hecho pensar!
Totalmente de acuerdo en lo de tener o ser nuestros propios historiadores, y construir los significados a prueba de la máquina de destrucción. Porque como dice en el texto que me enlazas, las interpretaciones externas al éxito o a cualquier otra cosa son muy variopintas y no puedes valorarte en torno ellas. Además, no mola nada tener que estar aclarando todo el tiempo qué quisiste decir con tal o cual palabra.
Aunque el narrador de esta historia se sitúe fuera de todo, por intentar abarcar a tantos personajes y período de tiempo, se esfuerza por introducirse en el flujo de conciencia de cada uno, para intentar desentrañar por qué hacen lo que hacen, el sentido de las decisiones que toman, etc. (A ver si publico un fragmento en donde se vea esto claramente)
¡Ah! Yo también prefiero las narraciones donde la voz interior de los personajes, al ser tan personal, parcial, etc. refleja claramente lo impreciso de conocer totalmente la realidad de una historia. Como la vida misma. 😉 Puede que al publicar este fragmento me olvidara de eso, debido a un impulso causado por algo que leería… 🙂
¡Gracias por tu comentario!